Mantas
El agua, los verdes pastos y la oveja Merina Grazalemeña han constituido desde tiempos inmemoriales la base de esa fórmula mágica que, aún hoy día, da vida a uno de los productos más emblemáticos de Grazalema, sus afamadas mantas.
El agua, los verdes pastos y la oveja Merina Grazalemeña han constituido desde tiempos inmemoriales la base de esa fórmula mágica que, aún hoy día, da vida a uno de los productos más emblemáticos de Grazalema, sus afamadas mantas.
La manta y paño de Grazalema fueron muy conocidos en siglos pasados, tiempos en los que la lana merina era la principal fibra utilizada por la industria textil de la época. Siglos en los que la indumentaria habitual estaba compuesta principalmente por lana. De tal manera que se desarrolló una industria textil alrededor de las ovejas merinas de Grazalema.
‘Morachas’, ‘oritas’, ‘caretas’ o ‘zorrunas’ son algunos de los nombres con los que, según las distintas mezclas de capas, se conoce a uno de los grandes iconos de Grazalema, de nuestro entorno, la Oveja Merina Grazalemeña.
La Oveja Merina Grazalemeña es una de nuestras despensas históricas. Sin ella, sin hacer referencia a su lana, carne y leche, no se podría explicar la historia de los grazalemeños, la de su supervivencia, entorno y desarrollo.