GRAZALEMA Cae la noche sobre los picos de la Sierra de Grazalema, el silencio y la emoción invaden el ambiente y, en un escenario de respetuosa solemnidad, se abren de par en par las puertas de la Iglesia Parroquial de la Encarnación.
Murmullos, recuerdos y sentimientos afloran entre los grazalemeños, expectantes ante la proximidad, un año más, de la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores.
De repente, la tensión acumulada se convierte en gozo, sentimiento que, poco a poco, en un ‘decorado’ impregnado de religiosidad y magia, recorre las calles Plaza Pequeña, Dr Mateos Gago, Portal, San José, Corrales Primeros, Las Piedras, Plaza de España y vuelta a la Parroquia.
Es el único desfile procesional que, llegada la Semana Santa, dibuja las calles de Grazalema y al que la Agrupación Musical de Grazalema pone música. Sentimiento religioso a flor de piel.