A miles de metros de altura, aprovechando las corrientes de aire caliente que moldean nuestras montañas, el buitre leonado ’guarda’ bajo sus alas una de los grandes reservas de la fauna del Sur de Europa. Paisaje de vida que se proyecta desde las alturas a las que se asoma El Torreón hasta las profundidades tenues del Guadalete y el Majaceite.

Águilas real y perdicera, halcón peregrino, búho real, autillo, perdiz roja y alimoche común son algunas de esas 146 especies que dibujan nuestro cielo  todo el año, ese a cuyos pies se construyen macizos de  piedra caliza dominados por la majestuosa cabra montés, el corzo y el ciervo.

Territorio de oquedades y madrigueras que comparten comadrejas, lirones, zorros, meloncillos… y que, piel con piel, palpan con sus vientres  culebras, lagartijas, lagartos y víboras.

Más abajo, al abrigo de aguas limpias, el río y sus orillas nos regalan la presencia de truchas, barbos, cangrejos, salamandras y sapos.