GRAZALEMA  Además de lugares de culto, nuestros templos son testigos mudos de épocas y sucesos que marcaron nuestra historia y la de España. Uno de los más destacados es la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, que se construyó tras la Reconquista de la Grazalema musulmana (1.485) sobre un antiguo templo mudéjar.

Sencilla, de blancos relucientes y extraordinaria belleza, es templo del patrón de Grazalema, San Atanasio, y de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pudiéndose contemplar en su Altar Mayor un templete neoclásico con la imagen de la Encarnación y de la Sagrada Familia.

Además de sufrir los duros episodios de la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil, fue eje de la etapa más floreciente de la localidad, llegando a ejercer de arziprestazgo de la Villa.