‘Morachas’, ‘oritas’, ‘caretas’ o ‘zorrunas’ son algunos de los nombres con los que, según las distintas mezclas de capas, se conoce a uno de los grandes iconos de Grazalema, de nuestro entorno, la Oveja Merina Grazalemeña.

Nota discordante de color  en un escenario de verdes, grises y marrones, te sorprenderá  por su gran rusticidad, lo que le ha valido para aclimatarse a este ecosistema de bajas temperaturas e inviernos húmedos.

Incluida en el patrón de Razas Autóctonas de Protección Especial, se integra en explotaciones ecológicas y, principalmente, se destina a la elaboración del afamado queso de Grazalema, incluido en el Catálogo de Quesos Españoles.